A pesar de la amenaza de tormentas, de la coincidencia con otros eventos y del duro recorrido preparado por la organización, 1.150 marchistas dieron su nombre para pasar el día en la montaña en recuerdo de Iñaki Beitia; unas decenas más que en 2008.
Fueron 195 los deportistas que salieron en la marcha larga, para hacer más de 52 kilómetros y ascender más de 2.300 metros de desnivel. Y 955 personas apuntadas para la marcha menos larga; la proporción entre las dos marchas es cada año más favorable a la marcha corta.
Casi 300 mujeres, 25 de ellas en la marcha larga.
En cuanto a la procedencia de los participantes podemos decir que más del 50% eran vecinos de Urretxu y Zumarraga (612 personas). De Legazpi vinieron 74 montañeros. Azkoitia (65), Donostia (41), Ormaiztegi (24), Arrasate (20), Gasteiz (20), Bilbo (19),... Como curiosidad reseñar que vino un extremeño a hacer la marcha corta, también un brasileño afincado en Donostia y que había dos alemanes de Schwarzenbruck (localidad alemana hermanada con Urretxu) inscritos.
La intensa niebla en los cordales fue el primer protagonista de la jornada. Algunos miembros de la organización se las vieron y desearon para encontrar los puntos de control, pues no se veía a cinco metros. Y bastantes participantes sufrieron pequeños despistes, a pesar de reconocer ellos mismos que el recorrido estaba muy bien marcado; el hilo naranja demostró sus cualidades para guiado en niebla intensa.
Las dos marchas se encontraron en el cordal de Irimo; el ritmo más sosegado de los de la corta entorpeció un poco a los otros, pero la obligada convivencia fue bien aprovechada para reencontrar y saludar a los conocidos.
Los avituallamientos fueron del agrado de todos, tanto por la variedad como por la cantidad de oferta. Hay que felicitar a los voluntarios que montaron unos puestos cómodos y espaciosos en circunstancias nada fáciles, ya que hay que satisfacer a tantas personas seguidas que vienen hambrientos y sedientos.
Los dos recorridos son duros, exigentes, y por ello no es de extrañar que bastantes participantes decidieran en Aizpurutxo, después del excelente tentempié que sus vecinos nos dispensan, que ya habían andado bastante y que se volvían por el bidegorri; o en autobús. Lo bueno de estas marchas circulares es que en cualquier momento tienes la opción de retirarte.
El ambiente en la llegada se pudo seguir en directo por nuestro sitio web (www.beitia.org) gracias a una cámara web instalada estratégicamente. Dejamos un poco oculta la parte de la barra donde se servían gratuitamente refrescos, cerveza y kalimotxo, para que nadie se sintiera vigilado. Y desde el mismo domingo se pueden ver vídeos de la marcha, calentitos... gracias a la colaboración de Otamotz. A su vez, aquellos participantes que no lo han hecho, pueden completar la encuesta disponible en nuestro sitio web.
Según los voluntarios de la Cruz Roja no hubo que lamentar ningún percance serio. Rozaduras, calambres, algún tirón muscular. Muchas caídas por lo resbaladizo del suelo pero sólo dolor en el orgullo.
Hacia las cuatro de la tarde se desató la tormenta. La inmensa mayoría de participantes ya estaba en meta, no así los más rezagados de la larga, los miembros de los últimos puestos y controles y la patrulla escoba. Llegaron empapados, pero contentos. Este es el espíritu de esta marcha; así era Iñaki. Ya estamos todos pensando en la próxima edición.
Sólo queda agradecer a todos los que han colaborado con esta marcha, ya sean entidades, comercios, empresas,... y sobre todo al componente humano que decidió dedicar un fin de semana en condiciones a veces penosas para ser parte de esta modesta pero intensa muestra de cariño al malogrado Iñaki Beitia.
Izarrez markatutako eremuak bete behar dira.